Estimados lectores:
hoy os presentamos un post de la mano de Víctor Zamorano, miembro de Lingostan.
Muchas gracias por vuestra atención.
Las plataformas online de aprendizaje de lenguas extranjeras
Las plataformas online para aprender idiomas constituirán una herramienta de primer orden en la enseñanza de idiomas del futuro.
Aulas virtuales, webinars, proyectos colaborativos… Más allá de la enseñanza de lenguas asistida por ordenador (la famosa ELAO), internet ofrece posibilidades comunicativas con enorme proyección en el aprendizaje de lenguas extranjeras. Las plataformas de aprendizaje e intercambio online son tal vez la más potente de ellas, con implicaciones que pueden afectar profundamente nuestra forma de entender la didáctica de los idiomas.
¿A qué nos referimos exactamente cuando hablamos de plataformas online de aprendizaje de lenguas extranjeras? A espacios online donde profesores y alumnos de todos los rincones del mundo pueden ponerse encontrarse de forma directa y ponerse en contacto a través de programas de videomensajería (como Skype, el más conocido) en sesiones de clase personales o colectivas.
También son frecuentes en estas plataformas las conversaciones entre un “estudiante” interesada en perfeccionar un idioma meta y un “tutor” sin cualificación docente pero con las competencias lingüísticas nativas en ese idioma meta; o bien el intercambio lingüístico entre pares (ambas personas interesadas en aprender la lengua del otro, una práctica con gran arraigo en ámbitos universitarios tradicionales).
Es evidente que estas dos cuestiones modifican nuestra noción tradicional del aprendizaje de idiomas profundamente. Como alumnos, podemos buscar y seleccionar activamente al docente; y muchas veces ni siquiera elegiremos a un docente cualificado para aprender un idioma, sino a un usuario normal (sea lo que sea eso) del mismo.
Los puntos de partida teóricos de este tipo de plataformas, expresados de forma sencilla, serían:
- El aprendizaje de una lengua puede ser un fin en sí mismo y estudiarse por puro placer, pero suele ser un medio para poder comunicarse (y en ese sentido prima la comunicación sobre la corrección).
- El alumno es el protagonista del proceso de aprendizaje, creando de forma activa cursos a la medida de sus necesidades en los ámbitos que quiere desarrollar, con el apoyo del docente.
- Prima un aprendizaje de atención a la forma, en el que el estudio del idioma es central pero se imbrica en un proceso eminentemente comunicativo y sólo “aflora” cuando se comete un error.
Las competencias que pueden desarrollarse de forma más “natural” en este ámbito destacan sin duda las comunicativas y socioculturales. Los usuarios pretenden alcanzar la mayor fluidez posible o bien ser capaces de usar una lengua extranjera en diferentes contextos específicos (con frecuencia el mundo académico o de los negocios). También suelen interesarse por los hechos culturales principales del ámbito de la lengua que estudian.
Las competencias lingüísticas “duras” como la gramática, por ejemplo, se desarrollan mucho menos, y normalmente desde una perspectiva pragmática. Igualmente, se observa un claro predominio del desarrollo de las habilidades básicas de comprensión y expresión orales por encima de las escritas (que corresponde más bien a una falta de interés de los usuarios que a limitaciones inherentes a las plataformas).
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